Un refugio de atmósferas diseñado desde la introspección

El diseño de este proyecto de vivienda unifamiliar nace desde una premisa clara: crear un universo interior más rico, cuidado y sugerente que el propio paisaje que lo rodea. Con esta filosofía, el espacio se convierte en el verdadero protagonista, permitiendo experimentar con la arquitectura desde la libertad formal y espacial.

Diferenciando el carácter exterior e interior

El volumen se posa sobre el terreno con una presencia comedida. Una fachada cerrada y silenciosa define su carácter exterior, preservando la privacidad sin renunciar a una imagen rotunda y atemporal. El acceso —marcado por una pausa en la piel opaca del edificio— actúa como umbral simbólico entre dos mundos: lo público y lo privado, lo ordinario y lo íntimo.

El espacio se libera

Una vez dentro, la arquitectura se disuelve. El espacio se libera de ataduras formales, desplegando un recorrido continuo que articula el programa doméstico a través de secuencias de luz, materia y vegetación. Los espacios nobles —cocina, comedor, salón— se organizan de forma lineal y fluida, diluyéndose en un sistema de patios, plataformas exteriores y jardines que acompañan el recorrido y matizan su percepción.

Relaciones en el interior

En planta baja, los volúmenes laterales recogen las funciones de soporte: almacenaje, instalaciones, estancias de servicio. Su volumen central es funcionalmente social. Su lenguaje más compacto contrasta con la apertura del cuerpo central, donde grandes paños acristalados y texturas naturales permiten al espacio respirar y relacionarse con el exterior de manera controlada. Los acabados continuos en suelo y techo refuerzan esa lectura unitaria, donde el interior se percibe como un único gesto envolvente.

La experiencia de habitar

En la planta superior, los dormitorios flotan sobre el nivel inferior a modo de pasarela habitable. Apoyados con sutileza sobre los cuerpos laterales, generan un juego de sombras y transparencias que enriquecen los patios interiores. La estructura, apenas visible, resuelve grandes luces con ligereza, haciendo que la arquitectura desaparezca para dar protagonismo a la experiencia del habitar.

Un ejercicio de introspección espacial

Esta vivienda es un lugar donde la calma, la materia y la luz dialogan sin estridencias para construir un refugio contemporáneo desde la libertad, el rigor y la belleza esencial de lo simple.